Tuesday, May 26, 2009

Porqué

¿Porqué sinéptico y no sintáctico? Que alguno calle y sobre el sórdido cielo y cabo abajo y sin aliento, por la avenida que suspira y marea, tililando tanto de aldea como de quiebra, tres casos de esos, de los que no se mencionan. Quince sólidos de cabo a rabo vailan y cantan, brisan y beben, trinan y tocan la gaita y la biela. Y le tiemblan las lápidas de puro tiento, y en invierno, apenas hojas lejanas y heridas todas, cuenta la larva que sólo el viento teja la soja y pace el remero. Luz de sorrento. Aquí no hay de nada. Surgen sólo el tormento y el sanjacobo. Arriba, inusitado y desconsuelo, el buho ondulado conquista cielos, resiste caramba antiguo e iniesto. Yace López en el pávido conde. En la clarabolla surten de conejo y loza, trineos de luz y tez de compota. Quién sabe de nada, o quién sabe de eso. Nunca mires el suelo sobre el que te asomas. Nunca el tiro del potro se pela o se posa, se lace y sostiene quinientas somozas, sin pensarlo quiero, y no veo, ni puedo. Nunca sobra la arena ajena, siempre sobre telón de conde y sobre la sangre verde del monte viajero, el fondo de sobre y lápiz uraño que dice péptico sobre lo práctico.

1 comment:

  1. No hay palabras para describir el sentido de lo práctico. Por lo tanto, ni lo voy a intentar.

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